En distintos departamentos de Mendoza encontramos los basurales a los que cada día llegan toneladas y toneladas de residuos. Claro esta que esta es una tarea necesaria para la subsistencia, la misma debe darse en condiciones que permitan el cuidado del medio ambiente y, por supuesto, la salud de los recuperadores y las recuperadoras urbanas, y de quienes viven en las zonas cercanas.

En Guaymallén, funciona el basural a cielo abierto de Puente de Hierro, casi en el límite con el distrito La Pega.  Este es el departamento con más habitantes del Gran Mendoza, en el cual se generan 340 toneladas diarias de basura, por lo tanto, la mitad de esos residuos son desechados en el basural de El Borbollón, ubicado en Las Heras.

Las malas condiciones en las que se encuentra el basural y el incorrecto manejo de los residuos ha causado inquietudes en vecinos y vecinas de Guaymallen y Lavalle. De hecho, Héctor Ríos, un vecino de La Pega, nos cuenta que hace unos 5 años llegó a vivir al departamento junto a su esposa, desde Buenos Aires, buscando tranquilidad. Lamentablemente, el año pasado su compañera de vida falleció debido a un cáncer de hígado terminal, y al comenzar a pasar más tiempo en su casa detecto un olor y un humo que le generan picazón en la nariz y garganta, y que proviene del basural.

Héctor sostiene que algunas quemas en el basural o cercanas al mismo, generan nubes de sustancias tóxicas que están afectando a los vecinos y vecinas de la zona. Conversando con vecinos y amigos se comenzó a enterar de enfermedades y fallecimientos similares a los de su esposa. Incluso está evaluando pedir la exhumación de los restos para realizar algún tipo de estudio que permita detectar sustancias tóxicas.

Un informe oficial dice que son 100 las personas que se dedican al separado de residuos, aunque por fuentes confiables no oficiales se supo que son más de 300 las personas que viven de ese basural. El basural tiene un cierre perimetral sin terminar, la basura no se cubre con tierra diariamente, si no semanal, no hay impermeabilización inferior, por lo que los líquidos pasan a las napas de agua, y no hay control de gases. Además, se detecta la presencia de vectores de enfermedades.

En Con Los Pies En La Tierra dialogamos con Juan Burba, docente y compañero de la radio, sobre la situación.